El actual modelo de agricultura es responsable de un tercio de las emisiones globales, debidas fundamentalmente al transporte de alimentos.
Muchos solares de propiedad municipal se encuentran entre los edificios residenciales de los barrios vulnerables de la periferia urbana de Madrid. A través de un plan de producción agrícola, el ayuntamiento les brinda una nueva vida al producir frutas y hortalizas y comercializarlas localmente. Así, Madrid mitiga el impacto del cambio climático y apuesta por la regeneración urbana.
Barrios Produceres (‘Barrios productores’) «contribuye a muchos objetivos», dice Maria del Mar Moralejo Marino, subdirectora de Proyecto de Ciudad y Rehabilitación en el Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid«renaturalización del paisaje urbano, producción local de alimentos o creación de empleo verde», además de apoyar un medio ambiente más limpio.
Los barrios serán los principales beneficiarios de estas actividades agrícolas pero en algunos casos sus productos saldrán a toda la ciudad. El ayuntamiento pondrá a disposición de los vecinos la fuente primaria, los terrenos públicos o espacios entre manzanas. Los locales interesados en tener huertas deberán presentar proyectos de emprendimiento agropecuario asociados a actividades rentables.
Esto es, explica Moralejo Marino, porque la producción agrícola en las ciudades por sí sola no es suficiente para mantener el negocio, por lo que debe complementarse con actividades que contribuyan a su éxito, como degustaciones de alimentos en el sitio de producción, involucrando actividades educativas o capacitación, o la incorporación de pequeñas explotaciones ganaderas que podrían mejorar la productividad de la agricultura.
cuando todo empezó
La larga experiencia de Madrid en huertos sociales es la base de este proyecto. Existen más de 70 centros municipales, zonas verdes y organizaciones sociales afines a los barrios, llegando a 250 los ubicados en colegios.
Renaturalización del paisaje urbano, producción local de alimentos y creación de empleo verde
“La actividad parte de la experiencia previa de huertos sociales, omnipresentes en Madrid, con diez años de experiencia municipal y hasta 15 de iniciativas vecinales”, señala Moralejo Marino. “A partir de esta experiencia damos un paso adelante para que las huertas tengan un carácter productivo”, es decir, “económicamente sostenible, no solo medioambiental o social sino también económicamente”, Moralejo Marino.
En Madrid y otras ciudades, hay una pregunta común: ¿cómo pueden las regulaciones locales tratar actividades de producción y venta como la agricultura en suelo público?
El municipio lo ha logrado gracias a la creación de un semillero de emprendimiento agrícola que apoya y promueve la actividad agraria. Si bien la capital ha tenido tradiciones agrícolas a lo largo de la historia tanto en el casco antiguo como en la periferia, dichas tradiciones se extinguieron hace mucho tiempo y tuvieron que reconstruirse desde cero.
“Por eso necesitamos apoyar esto con firmeza y hacerlo a través del caldo de cultivo del emprendimiento agropecuario. Pero también nos permite introducirlos en zonas residenciales, que es la nota más distintiva”, explica Moralejo Marino.
El piloto
Madrid estableció un proyecto piloto en uno de los barrios más vulnerables de la ciudad: un jardín de formación y demostración. Esto fue posible gracias a un jardín social que permitió sinergias entre ciencia y experiencia.
Pueden intercambiar sus experiencias, recursos, aprendizajes y establecer una red de emprendimiento
“Elegimos un lugar bastante degradado con un paisaje industrial de muy baja calidad en el que había habido una pequeña semilla de recuperación a través de unos huertos sociales no integrados en la red municipal”, explica Moralejo Marino.
El jardín reformado funciona como aulas para cursos de formación profesional gracias a los convenios con la Agencia de Empleo del Ayuntamiento de Madrid, que brindó a diez personas un curso de formación de seis meses y empleo posterior. De allí salió el primer empleado en materia agrícola, pero no el último ya que vienen más capacitaciones.

Además, las iniciativas emprendedoras seleccionadas obtendrán asesoramiento personalizado para la ejecución de sus proyectos ganadores y acompañamiento y seguimiento durante el uso del suelo. Entre los beneficios, los emprendedores podrán disfrutar de la apertura de canales cortos de comercialización, presentaciones en ferias y eventos de networking.
Cooperación empresarial
“Se ha creado una plataforma web con información del proyecto de barrios productores y una intranet para conectar a todos los emprendedores para que puedan intercambiar sus experiencias, recursos, aprendizajes y establecer una red de emprendimiento en agricultura urbana”, dice Moralejo Marino.
Elegimos un lugar bastante degradado con un paisaje industrial de muy baja calidad.
Los emprendedores ganadores asumirán parte de la remodelación, y el Ayuntamiento ofrecerá servicios urbanísticos, acometidas de agua y electricidad y servicios de valor como naves de almacenamiento, oficina, vestuarios y aseos, y una plataforma de intercambio de productos, por ejemplo.
📢 Ponemos en marcha el proyecto #BarriosProductores para fomentar la produccion #agrícola y la #economialocal.
✔ Impulsamos la #formación y la #capacitacion profesional con un taller de formación y #empleo de 6 meses para personas desempleadas.
👉 https://t.co/GucemAcSvp pic.twitter.com/Bd5UpI3aJe
— Ayuntamiento de Madrid (@MADRID) 14 de junio de 2022
El Departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid está en negociaciones con otros servicios municipales para ayudar a abonar la tierra y suministrar plántulas. Además, están trabajando con el foro empresarial de Madrid para conseguir financiación y crear un banco de recursos compartidos, por ejemplo, pequeña maquinaria, material aperos o apoyo a la fertilización.
El proyecto comenzará con nueve terrenos. “Pero si muchos otros proyectos no seleccionados califican como viables”, dice Moralejo Marino, “queremos ir incorporando paulatinamente más parcelas para que se puedan asignar a esas.«
Marco de la estrategia alimentaria

Moralejo Marino añade que las estrategias alimentarias y de producción agrícola saludables y sostenibles están muy extendidas en las ciudades europeas y americanas, lo que ha llevado al Ayuntamiento de Madrid a considerarlo una oportunidad.
Este proyecto “encaja muy bien en acuerdos que hemos firmado, como el Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán”, añade Moralejo Marino. El Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán es un acuerdo internacional de alcaldes firmado en 2015 por más de 100 ciudades.
La actividad parte de la experiencia previa de los huertos sociales, omnipresente en Madrid
Los barrios productores son parte del Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible de Madrid 2022-25, que asume el reto de desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados. La estrategia tiene como objetivo garantizar una alimentación sana y accesible, reducir el desperdicio de alimentos, promover la economía local de proximidad, preservar la biodiversidad y contribuir a la mitigación y adaptación al cambio climático.
La iniciativa de huertas «dota suelo público a proyectos productivos», añade Sara Gutiérrez Olivera, Vocal Asesora en la Dirección General de Cooperación y Ciudadanía Global del Ayuntamiento de Madrid“y contribuye al emprendimiento agroecológico y la formación en agroecología”.
Este artículo forma parte de la campaña #EUFoodCities. En un momento en el que las ambiciones políticas de una política alimentaria común en la UE se tambalean, las ciudades quieren alzar la voz y reiterar su papel fundamental en la transformación de los sistemas alimentarios abogando por una legislación ambiciosa de la UE en el marco de la estrategia Farm to Fork.
Esta campaña se combina con un evento político de alto nivel ‘Llevar las políticas alimentarias urbanas a la mesa’ que tendrá lugar en Bruselas el 9 de marzo. Más información aquí.